El robo intelectual no es bueno, de acuerdo con los niños del mundo.
En un estudio reciente de la Universidad de Washington, los investigadores presentaron a grupos de niños de 3 a 6 años de edad con videos con dos títeres interactuando. Una marioneta dibuja una hermosa imagen de un bote, mientras que la otra marioneta se pregunta qué dibujar y mira.
En algunas versiones de la película, el segundo títere dibuja exactamente la misma foto del barco. En otras dos versiones, el segundo títere dibuja un bote que presenta diferentes formas y colores que el bote original, o dibuja una foto completamente diferente de una casa. Puedes ver uno de esos videos aquí:
Los grupos de niños que vieron estos videos provenían de tres orígenes culturales diferentes: estadounidense, mexicano o chino (los videos fueron traducidos a sus respectivos idiomas). Los autores eligieron esos países en función de sus opiniones muy diferentes sobre propiedad intelectual y leyes de derechos de autor.
Pero resulta que la nacionalidad probablemente tenga menos que ver con dar forma a las ideas de un niño sobre robar las ideas de otros que la edad de ese niño. Los niños de 5 y 6 años miraron hacia abajo a la copia títere de gato. Los niños de 3 y 4 años, por otro lado, eran un poco comodín. Aquí está la Universidad de Washington con esos resultados:
Los niños de 3 y 4 años evaluaron el plagio de manera muy diferente a los niños mayores, así como de manera diferente en todas las culturas. Los preescolares mexicanos calificaron los cajones únicos de manera más positiva que los plagiadores, pero los niños estadounidenses y chinos de 3 y 4 años no distinguieron mucho entre los personajes que crearon dibujos originales y los plagiados. Y los preescolares chinos calificaron a los imitadores más positivamente que aquellos que dibujaron algo similar.
“A veces copiar es bueno; por ejemplo, cuando aprendemos a escribir, todos aprendemos que así es como se hace una A, por lo que no se considera plagio ", dijo [la psicóloga Kristina] Olson. "Eso puede ser confuso para los niños, porque a veces les decimos que propongan ideas nuevas, pero otras veces se supone que deben copiar".
Para el momento en que los niños pasan al jardín de infantes, algo en su desarrollo los hace más o menos universalmente de acuerdo en que copiar gatos son malos, piensan los investigadores. No es hasta más tarde en la vida que la cultura y los antecedentes individuales entran en acción y comienzan a influir en las percepciones de lo que en el jardín de infantes es una regla simple: ¡No copiar!