https://frosthead.com

¿Los humanos desarrollaron grandes cerebros para ser sociales?

¿Por qué tenemos cerebros grandes?

contenido relacionado

  • ¿Qué está realmente evitando que los monos hablen de sus mentes? Sus mentes

Una respuesta simple a esa pregunta es: porque somos primates, y los primates son muy inteligentes. Entonces la pregunta es: ¿Por qué los primates tienen cerebros grandes?

Muchas explicaciones para la evolución de la inteligencia de los primates se relacionan con los desafíos de encontrar comida. Los monos y los simios necesitan grandes cerebros para realizar un seguimiento de alimentos ampliamente distribuidos, irregulares e impredecibles como la fruta. O tal vez necesitan una inteligencia mejorada para extraer alimentos incrustados en un caparazón resistente o para recolectar termitas escondidas en un montículo.

Los críticos de tales argumentos han señalado que estos problemas no son necesariamente exclusivos de los primates. Como alternativa, a fines de la década de 1980, los científicos sugirieron que los primates tienen cerebros grandes porque son animales muy sociales. Los primates no son los únicos mamíferos que viven en grandes grupos, pero los monos y simios se destacan, en general, por tener relaciones sociales muy intensas. De hecho, mirar a un grupo de monos es como mirar una telenovela: las personas tienen amigos, pero también tienen enemigos. Se unen para formar coaliciones para derrocar a sus enemigos, pero también se reconcilian después de una pelea. Se rinden ante los líderes de su grupo, pero también se escabullen para involucrarse en asuntos clandestinos cuando nadie los mira.

Si va a participar en todas estas maniobras sociales, debe poder realizar un seguimiento de todo tipo de información social: cómo se relaciona con los demás en el grupo, cómo se relacionan los terceros entre sí, pero lo más importante, debe poder usar esa información para su beneficio. Y para hacer eso, necesitas un gran cerebro. Esa es la base de la Hipótesis Social del Cerebro (PDF).

El mayor defensor de esta hipótesis es Robin Dunbar, profesor de antropología evolutiva en la Universidad de Oxford. Dunbar ha escrito extensamente sobre el tema, destacando una serie de pruebas que lo corroboran. Por ejemplo, entre los monos y los simios, el tamaño de la neocorteza, la parte del cerebro involucrada en un pensamiento superior y funciones cognitivas avanzadas, se correlaciona con el tamaño del grupo. El tamaño del cerebro también se correlaciona con el tamaño de las redes de aseo (se supone que el aseo juega un papel en el mantenimiento de las relaciones sociales) y la ocurrencia del engaño. La relación entre el tamaño del cerebro y el tamaño del grupo también se ha observado en otros mamíferos sociales, como los carnívoros y las ballenas.

¿La hipótesis del cerebro social se aplica a los humanos? Dunbar cree que sí. Sugiere que la cantidad de individuos con los que una persona puede mantener relaciones verdaderas está limitada por la programación de nuestro cerebro. Utilizando el tamaño de la neocorteza humana, ha calculado que los grupos humanos deberían contener alrededor de 150 individuos. Entre los cazadores-recolectores tradicionales, según Dunbar, esta relación parece mantenerse. Incluso entre las personas que viven en sociedades industriales, el número 150 tiene sentido. Por ejemplo, en un estudio, Dunbar descubrió que las personas en promedio envían tarjetas de Navidad a un total de 150 personas. La idea es que aunque podamos interactuar con cientos, incluso miles de personas, solo podemos lograr tener relaciones significativas con un número limitado.

Incluso con toda la evidencia de apoyo, es difícil demostrar que los primates, incluidos los humanos, desarrollaron grandes cerebros en respuesta a los desafíos sociales de la vida en grupo. Pero ese es un problema al que se enfrentan todas las explicaciones evolutivas: es casi imposible demostrar que algún factor fue la razón por la cual algo evolucionó. La falta de respuestas definitivas puede ser frustrante, pero contemplar las posibilidades sigue siendo divertido.

¿Los humanos desarrollaron grandes cerebros para ser sociales?