Aunque aquí en la Tierra se considera de mala educación escuchar a escondidas, Avi Loeb lo alienta activamente a escala interestelar. De hecho, Loeb, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica, considera que las escuchas son el siguiente paso en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI). Aunque los astrónomos han estado sintonizando el cielo durante décadas, hasta ahora han estado escuchando señales potentes que solo podrían ser transmitidas intencionalmente por civilizaciones mucho más avanzadas que la nuestra. En un artículo reciente, Loeb y su colega Matias Zaldarriaga muestran la viabilidad de escuchar las ondas de transmisión cotidianas de una "civilización gemela", es decir, una en el plano tecnológico con la nuestra, al menos en los planetas que orbitan alrededor de las mil estrellas más cercanas. Aunque ese número es pequeño, universalmente hablando, los científicos están construyendo instrumentos que eventualmente nos sintonizarán con unos 100 millones de estrellas. Los críticos de las iniciativas SETI las consideran quijotescas y costosas. Pero Loeb señala que los astrónomos pronto recopilarán lecturas de baja frecuencia del espacio de todos modos, para varios proyectos no SETI. Todo el esfuerzo de espionaje que necesitaría es un software para analizar estas lecturas, buscando patrones de radiación reveladores de una civilización inteligente que se comunique consigo misma. En cuanto a cuestiones de cortesía, Loeb no se arrepiente. "Es mejor ser descortés que permanecer ignorante", dice, y agrega que escuchar a escondidas es "el único método seguro para aprender más sobre el universo sin correr el riesgo de revelar nuestra propia existencia". Si nuestros vecinos son beligerantes, es mejor escucharles, pero no nuestra voz. La Tierra ha estado transmitiendo durante 50 años, dice Loeb, lo que significa que un científico alienígena que venció a Loeb a su idea podría estar escuchándonos. Haga clic aquí para ver un video de Loeb explicando sus planes para SETI.