Charles Michener comenzó su carrera periodística en Seattle, donde fue editor en jefe de la revista Seattle en la década de 1960. Eventualmente, se convirtió en el principal escritor cultural y editor principal de asuntos culturales en Newsweek y más tarde en un editor senior en The New Yorker, donde trabajó en una amplia variedad de temas, incluyendo ciencia, medicina, China y Medio Oriente, música y arte, así como supervisó la sección "Lo que pasa en la ciudad" de la revista Durante muchos años ha escrito una columna sobre música clásica para el New York Observer, y como escritor independiente, ha tenido perfiles y artículos sobre comida y viajes en The New Yorker, The New York Times Magazine, Newsweek, Time, The Atlantic, Esquire, Vanity Fair, Vogue, Town and Country, Travel and Leisure y Conde Nast Traveler . Su artículo sobre Munich es su primera contribución al Smithsonian.
¿Qué te atrajo de esta historia sobre Munich? ¿Puedes describir tu relación con la ciudad?
Múnich es mi ciudad europea favorita porque es muy manejable, civilizada y agradable: hay un jardín de cerveza a cada paso lleno de gente que se divierte mucho juntos. Es próspero sin ser pomposo. También me intriga su complejidad cultural, que combina grandes atracciones musicales y artísticas con la huella (ahora algo oculta) de Hitler y el nacimiento del nazismo. También es la ciudad donde mi novelista favorito del siglo XX, Thomas Mann, vivió y escribió su mejor trabajo, y lleva su profundo sentido de la ironía en sus huesos.
¿Qué te sorprendió más de Munich o Münchners?
Durante mi viaje más reciente, fui a un antiguo jardín de cerveza y vi un partido televisado de la Eurocopa entre los equipos de fútbol alemán y turco. Me sorprendió ver a la gente de Múnich vistiendo con orgullo sus colores nacionales alemanes, algo que muchos de ellos han evitado desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
¿Cuál es tu lugar favorito en la ciudad?
No tengo un lugar favorito en Múnich, es genial estar allí. Es una de las ciudades más transitables de Europa, se siente lo bien hecho y mantenido que está. Creo que si hay un lugar que no extrañaría es el pabellón de caza de Amalienburg en Schloss Nymphenburg, que tiene el interior más mágico del mundo: una casa de diversión de locura rococó.
Fuiste al Museo de la Ciudad y viste su exhibición sobre los 850 años de historia de la ciudad. ¿Qué momento o parte de esa historia te fascina más?
Las exhibiciones más interesantes en el Museo de la Ciudad son las fantásticas maquetas de Múnich que muestran su evolución de una ciudad comercial medieval a una ciudad de maravillosas dimensiones que alcanzan la grandeza sin perder su escala humana.