Era simple, en teoría. Programe los drones para que sigan tres reglas básicas de congregación y nacería una horda coordinada de vuelo libre.
"Simple" se convirtió en un trabajo de cinco años de prueba y error. Pero así es la ciencia, y finalmente este equipo húngaro de científicos ha reportado éxito. Sus diez cuadricópteros caseros se levantaron recientemente de un campo a las afueras de Budapest e hicieron exactamente lo que se suponía que debían hacer: se congregaron.
Escribe Ed Yong, quien ha estado siguiendo esta tecnología por un tiempo:
Son autónomos, lo que significa que calculan sus planes de vuelo por su cuenta, sin ningún control central. Pueden seguir instrucciones, pero elaboran sus propios caminos utilizando señales de GPS para navegar y señales de radio para comunicarse entre sí. Son lo más parecido que tenemos a una bandada artificial de pájaros.
Sin embargo, a lo largo de los años, varios otros grupos han estado trabajando para lograr lo mismo. Tamas Vicsek, el físico que dirigió el equipo húngaro, dice que los éxitos anteriores de los competidores están a la altura de este último avance de una manera u otra. Los drones de Vicsek son únicos en su respuesta flexible y resistente a las bolas curvas no controladas, como las ráfagas repentinas de viento.
Pueden volar en formación, seguir a un líder e incluso esperar individualmente su turno cuando el grupo entra en un espacio estrecho imaginario. Todo sin la ayuda de una computadora central o dispositivo de control, dicen los investigadores.
Los investigadores esperan usar los robots voladores para avanzar en la comprensión de cómo las aves se mueven juntas en sincronía. Es solo la última pieza del rompecabezas en curso de cómo funcionan los enjambres. ¿Pero quién sabe? Tal vez todos estén entregando paquetes para Amazon algún día.