https://frosthead.com

Los fósiles revelan el primer caso conocido de anemia en homínidos

Los arqueólogos tienen algo nuevo que agregar a los libros de registro: el primer caso de anemia. Dos fragmentos de cráneo de 1, 5 millones de años desenterrados en Tanzania muestran firmas reveladoras del trastorno sanguíneo, y pueden ofrecer pistas sobre los hábitos alimenticios de nuestros antepasados.

Las piezas fósiles provienen de Olduvai Gorge y pertenecen a un niño de aproximadamente 2 años. Los fragmentos no son suficientes para identificar las especies del niño, pero según la edad y la ubicación, el Homo erectus es una buena posibilidad. En ciertas partes de los fósiles, Manuel Domínguez-Rodrigo, de la Universidad Complutense de Madrid, y sus colegas notaron que el hueso era extremadamente poroso. Después de descartar varias causas posibles del daño, el equipo concluyó que el individuo había sufrido hiperostosis porótica. Esta condición hace que el hueso craneal externo se adelgace y expone el hueso interno esponjoso, que comienza a crecer de manera anormal. Esta es la primera vez que se observa hiperostosis porótica en un homínido del Pleistoceno temprano, informa el equipo en PLOS ONE.

La hiperostosis porótica puede ser una manifestación de anemia, que es causada por una disminución en los glóbulos rojos que transportan oxígeno. Los investigadores dicen que la causa más común de la anemia que conduce a la hiperostosis porótica en los niños es la falta de vitaminas B12 y B6 (con parásitos e infecciones gastrointestinales que contribuyen al trastorno). La deficiencia nutricional probablemente ocurrió porque el niño todavía estaba amamantando y su madre carecía de las vitaminas B o el niño estaba siendo destetado y todavía no estaba obteniendo los niveles adecuados de vitaminas en su propia comida.

¿Cómo se relaciona esto con comer carne?

Domínguez-Rodrigo y sus colegas sugieren que los niveles insuficientes de B12 y B6 fueron en última instancia el resultado de no comer suficiente carne, que es rica en esas vitaminas. Los investigadores argumentan que hace 1, 5 millones de años la fisiología de los homínidos se había vuelto tan dependiente de la carne que no ingerir cantidades adecuadas de la misma conducía a deficiencias nutricionales. (En contraste, la hiperostosis porótica inducida por la anemia casi nunca se ve en los chimpancés, que consumen cantidades mucho más pequeñas de proteína animal). Por lo tanto, concluyen los investigadores, este caso temprano de anemia es una prueba más de que comer carne era crucial parte de la dieta homínida del Pleistoceno temprano.

Los fósiles revelan el primer caso conocido de anemia en homínidos