Muchos bibliófilos se estremecen ante la idea de tirar un libro a la basura. Pero toneladas y toneladas de libros se descartan en todo el mundo cada año, ya sea por los editores, triturados por las bibliotecas o tirados cuando la gente vacia las casas viejas. Sin embargo, los trabajadores de saneamiento en Ankara, Turquía, decidieron darle una nueva vida a algunos de esos tomos abandonados recogiendo libros del montón de basura. El resultado, informa Spencer Feingold y Hande Atay Alam en CNN, es una biblioteca de más de 6, 000 libros que ahora sirve a su comunidad.
El proyecto comenzó cuando los recolectores de basura en el distrito de Çankaya de Ankara comenzaron a recolectar libros para que los prestaran sus compañeros de trabajo y sus familias. Pero la colección siguió creciendo y pronto hubo interés de otras personas en consultar la creciente lista de títulos de no ficción y ficción. “Comenzamos a discutir la idea de crear una biblioteca a partir de estos libros. Y cuando todos lo apoyaron, este proyecto sucedió ”, dijo a CNN el alcalde de Çankaya, Alper Tasdelen.
Si bien Turquía tiene su propio sistema de biblioteca pública, administrado por el Ministerio de Cultura y Turismo, en 2017 el Daily Sabah de Turquía señaló que actualmente solo hay una biblioteca pública por cada 70, 000 personas en Turquía. En marcado contraste, el "Mapa de la Biblioteca del Mundo" para 2016 relató que había una biblioteca pública por cada 6, 200 personas en la Unión Europea.
La agencia France Presse informa que la colección de libros del trabajador de saneamiento se encuentra en una antigua fábrica de ladrillos, cuyos largos corredores resultaron adecuados para una biblioteca. El edificio en sí también sirve como un centro social comunitario e incluye una barbería, una cafetería, un salón con tableros de ajedrez y oficinas administrativas (algunas de las cuales están amuebladas con muebles y equipos de oficina que también han sido rescatados de la basura).
Los libros de la biblioteca se han dividido en 17 categorías, que incluyen romance, economía y ficción infantil, y la colección sigue creciendo. Los trabajadores no solo continúan recolectando libros mientras están en sus turnos, sino que, según el último recuento, todavía tienen 1, 500 libros que necesitan catalogar y archivar. Además, las personas ahora les envían libros por correo.
En el futuro, informa la AFP, los trabajadores de saneamiento tienen planes de crear una biblioteca móvil con sus materiales para enviar a las escuelas locales.