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Las nanopartículas de oro pueden controlar a distancia el cerebro

Algunos de los tratamientos médicos más nuevos que existen requieren barras de oro y esferas diminutas envueltas en oro. Estas nanopartículas están diseñadas para buscar células tumorales y destruirlas o usarlas como anticonceptivos masculinos inyectables y reversibles. Pero, en el futuro, las nanopartículas de oro podrían incluso usarse para controlar nuestro cerebro, o más bien, para activar las células cerebrales de forma remota y ayudar a tratar enfermedades neurológicas.

Para The Guardian, Mo Costandi describe dos tratamientos propuestos que usan nanopartículas de oro para activar las células nerviosas. Un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago, dirigido por Francisco Benzanilla, creó nanorods de oro que se unirán a moléculas específicas incrustadas en las membranas de las células nerviosas. Un suave pulso de luz infrarroja calienta los nanorods, lo que a su vez hace que las neuronas se disparen. Han probado el sistema utilizando neuronas del ganglio de la raíz dorsal [DRG], que se agrupan en la médula espinal y son importantes para transmitir información sobre el dolor y el tacto. Costandi escribe:

Los investigadores agregaron estas partículas a las neuronas DRG que crecen en las placas de Petri, para que se unan a las células que muestran las proteínas relevantes en su superficie. Luego expusieron las células a pulsos de milisegundos de luz visible, que calentaron las partículas, haciendo que las células dispararan impulsos nerviosos en respuesta. Esto fue posible no solo en neuronas aisladas sino también en cortes de tejido del hipocampo de la rata. En ambas situaciones, las partículas se mantuvieron firmemente en su lugar cuando se agregaron en bajas concentraciones, lo que permitió la estimulación repetida de las células durante más de media hora.

Un segundo grupo en el MIT está utilizando esferas de óxido de hierro de tamaño nanométrico que se calientan cuando un campo magnético pasa sobre ellas. Inyectaron esas partículas en ratones cuyas neuronas habían sido preparadas para ser sensibles al calor. Normalmente las células cerebrales no necesitan detectar calor, pero un virus puede transportar el gen necesario para el sensor de calor hasta el cerebro. Las neuronas incorporan ese gen en su propio genoma y construyen el sensor. Luego, cuando las nanopartículas de hierro llegan y son calentadas por un campo magnético, las neuronas lo perciben y disparan.

Los tratamientos aún están lejos de controlar remotamente el cerebro de cualquier persona, pero demuestran algunas de las formas innovadoras en que los científicos están pensando en la nanotecnología y la medicina. El grupo de Benzilla espera desarrollar un sistema de nanopartículas modificado para tratar la degeneración macular, escribe Costandi. No estamos tan lejos de un día en el que puedas tragarte una píldora que liberaría un equipo de nanobots en tu sangre para detectar enfermedades e informar a tu médico.

Las nanopartículas de oro pueden controlar a distancia el cerebro